Unas 80 personas han participado este domingo en una manifestación en Hong Kong, la primera autorizada tras la pandemia de coronavirus, en la que los asistentes han desfilado ordenadamente y con una pegatina identificativa con la que se numeraban para facilitar su identificación conforme a la normativa.
Los manifestantes han marchado por el barrio de Tseung Kwan para protestar contra un plan para la instalación de un centro de procesamiento de residuos y una fábrica de cemento cerca de sus hogares, informa la televisión hongkonesa RTHK.
Han mostrado una pancarta con el lema "Contra el centro de resudios en Tseung Kwan O. No a la fábrica de cemento, no a la planta de tratamiento de residuos".
Cada uno de los asistentes portaba una etiqueta identificativa con un número con la fecha y el nombre asignado a la manifestación, según las indicaciones de las autoridades.
Además la Policía les ha recordado que deben cumplir toda la normativa vigente, incluida la polémica Ley de Seguridad Nacional. Las autoridades han limitado la marcha a un centenar de personas, aunque más de 300 habían solicitado unirse.
La Policía ha advertido de los riesgos de que "delincuentes" se infiltren en el evento para instigar con violencia, según ha informado el periódico 'South China Morning Post'.
Uno de los convocantes, Chan Chin Chun, ha indicado en declaraciones a la prensa que cree que la obligatoriedad de las etiquetas identificativas es demasiado estricta, "pero para que esta (manifestación) fuera bien y para que los vecinos pudieran expresarse hemos tenido que aceptarlo". "Sin embargo, si nos hubieran pedido incluir el nombre real no lo hubiéramos aceptado", ha asegurado.
Chan ha subrayado que la gente de Hong Kong puede organizar manifestaciones pacíficas y por ello no son necesarias tantas restricciones.
La Oficina de Desarrollo ha indicado que respeta el derecho a expresarse de la gente y ha destacado que ha mantenido reuniones con los vecinos para abordar los planes urbanísticos con el objeto de no molestar al vecindario.
