El SUP denuncia la protesta con llanzallamas y los bomberos de Ourense apuntan al "desafortunado" uso de un insecticida

El Sindicato Unificado de Policía (SUP), la organización sindical representativa mayoritaria de la Policía Nacional de la Comisaría Provincial de Ourense, ha denunciado la protesta con "un artilugio a modo de lanzallamas" que protagonizaron ayer bomberos de la Diputación de Ourense, que se han defendido asegurando que todo se debió a un "desafortunado empleo de un insecticida" y que el fuego "no llegó a los agentes".

El SUP ha solicitado a la Subdelegación de Gobierno saber si se identificó el responsable de la organización de la manifestación, puesto que recuerdan que la Ley Orgánica 9/1983 del 15 de julio, reguladora del derecho de reunión, establece que la celebración de reuniones en lugares de tránsito público y de manifestaciones "deberán ser comunicadas por escrito la autoridad gubernativa correspondiente por los organizadores o promotores, con una antelación de diez días naturales como mínimo y 30 como máximo".

Señalan, además, que en esa misma ley se establece que los participantes en tales reuniones "que causen un daño a terceros responderán directamente de él" y "subsidiariamente las personas naturales o jurídicas organizadoras o promotoras de reuniones o manifestaciones, responderán de los daños que los participantes causen a terceros, sin perjuicio de que puedan repetir contra aquellos a menos que hayan puesto todos los medios razonables a su alcance para evitarlos".

Así pues, piden saber si existe comunicación de la manifestación referida y si se exigirán las responsabilidades establecidas "por los daños causados".

En el escrito señalan que este lunes, durante el transcurso de la manifestación, en el momento de situarse los bomberos comarcales a la altura de la Diputación Provincial ourensana "se produjeron una serie de altercados y desórdenes públicos".

Una actuación para la que recriminan que los bomberos "venían perfectamente pertrechados para no ser identificados" y que, aseguran, "llevaron a cabo de manera coordinada y premeditada" utilizando extintores y bengalas y quemando neumáticos "creando una cortina de humo para arrojar objetos con pintura a la fachada de la Diputación".

A mayores de estos desperfectos insisten en que "acometieron violentamente contra los agentes policiales allí desplegados", llegando a utilizar "contra estos" "un artilugio a modo de lanzallamas" según su versión "con la intención de acceder por la fuerza al edificio de la

Diputación".

VERSIÓN DE LOS BOMBEROS

Por su parte, el comité de huelga de los bomberos comarcales emitió un comunicado con su versión de lo sucedido. En él aclaran que el supuesto lanzallamas fue en realidad el "desafortunado empleo de un insecticida".

"Después de inflamarse durante su proyectado", dicen sobre este insecticida, "pudo interpretarse como una herramienta de amenaza" por parte de los bomberos. No obstante, resaltan que "el fuego no llega a los agentes policiales sino que pasa por la cabeza de muchos compañeros antes de diluirse".

Además denuncian que los antidisturbios de la Policía Nacional "realizaron una carga antirreglamentaria en la protesta" que dejó a varios manifestantes heridos, incluido uno "con una fractura múltiple de nariz y pómulo".

"Los agentes de la UIP comenzaron una carga, desconocemos si autorizada, en la que comenzaron a dar golpes con contundencia a la altura de las cabezas de los manifestantes y, como se puede visualizar en infinidad de documentos gráficos, de arriba a abajo, que

entendemos no responden a los procedimientos reglamentarios", han criticado.

Advierten que en esa carga fueron heridos varios bomberos que, en actitud de defensa, "levantaban las manos para protegerse", "sumando un importante recuento de lesiones de diferente gravedad en sus extremidades superiores".

Con todo, el Comité de Huelga "condena cualquier tipo de agresión" y llama a los bomberos a "mantener la calma" en las próximas protestas: el 27 de octubre ante la Diputación de A Coruña y el 31 ante la de Lugo.

CONDENA DE LA XUNTA, FEGAMP Y DIPUTACIONES

También la Xunta de Galicia, las Diputaciones de las cuatro provincias y la Federación Gallega de Municipios y Provincias han expresado su "más rotunda condena" al uso de la violencia en las protestas de los bomberos comarcales.

Las instituciones reconocen que cualquier colectivo profesional tiene derecho a reclamar mejoras laborales, pero consideran "injustificable e inadmisible el uso de violencia" en las protestas y, además, califican de "responsable" la actuación de la Policía Nacional.

Las administraciones afean que "imágenes como las de ayer" en Ourense "no deberían producirse nunca porque ponen en riesgo la integridad de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, de los trabajadores de la Diputación y de las personas que circulan por la calle".

En este sentido, concluyen que "el uso de la fuerza nunca doblegará la defensa del interés público" y por ello instan a los bomberos comarcales a "retomar el diálogo y la negociación como la única vía posible para llegar a acuerdos".

Censuran que "ninguna demanda, por legítima que sea, justifica el uso de episodios violentos como los que se vivieron frente a la Diputación de Ourense".

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