Orbán se abre a un "acuerdo financiero" para Ucrania en vísperas de la cumbre de líderes de la UE

El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, ha sugerido este miércoles que su Gobierno está dispuesto a aceptar dentro de la UE un "acuerdo financiero" para Ucrania, uno de los varios frentes abiertos que tienen sobre la mesa los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete, si bien ha dejado claro que no contempla levantar el veto para dar luz verde a las conversaciones de adhesión.

Budapest se ha mostrado reacio a autorizar un fondo de 50.000 millones de euros a Kiev, pero Orbán ha señalado en un podcast que está dispuesto a llegar "un pacto financiero sobre asuntos financieros". "No estoy listo para llegar a un pacto financiero sobre cuestiones estratégicas o políticas", ha matizado.

El principal asesor político del primer ministro, Balazs Orbán, ha deslizado en una entrevista a Bloomberg la posible introducción en la ecuación del dinero destinado a Hungría que la Comisión Europea aún mantiene bloqueado: más de 20.000 millones de euros en fondos de cohesión comunitarios, además de casi 6.000 millones pertenecientes al fondo de recuperación.

Aunque el asesor ha admitido que "los fondos de la UE y la financiación a Ucrania son dos temas separados", cree que "si la UE insiste" en enmendar el presupuesto europeo para ampliar su ayuda a Kiev, pasarán a estar "relacionados". Todo ello unas horas antes de que Bruselas estudie el posible desbloqueo de 10.000 millones de estos fondos a Budapest.

En lo que sí coinciden tanto el primer ministro como su asesor es que la integración de Ucrania en la UE es por ahora "una línea roja". Creen no sólo que no cumple unas mínimas condiciones para comenzar a estudiar a fondo su integración sino que sería necesario abrir un debate más amplio sobre las implicaciones que acarrearía este nuevo proceso para la estabilidad del bloque.

"Ucrania está tan lejos de cumplir las condiciones para ser miembro de la UE como Makó lo está de Jerusalén", ha sentenciado este miércoles el jefe de Gobierno en una declaración ante el Parlamento húngaro, según medios locales. Orbán ha alegado que abrir las puertas al país vecino no beneficia a los intereses nacionales de Hungría, ni tampoco a los del conjunto de la UE.

Durante su entrevista de este miércoles, el dirigente húngaro también ha cuestionado el papel de la Comisión Europea --"no podemos decir que haya hecho un buen trabajo"--, con críticas directas a su presidenta, Ursula Von der Leyen. Sin embargo, ha negado que se plantee una ruptura total y ha llamado a seguir trabajando para ganar influencia en el continente: "Nuestro plan no es irnos (de Bruselas), sino tomarla".

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