El presidente Joe Biden y su predecesor, Donald Trump, vencieron cómodamente de costa a costa en sus respectivas primarias del 'supermartes', con lo que prácticamente han sellado la reedición de su contienda electoral en las presidenciales de noviembre.
La amplia victoria de Trump en la jornada clave del 'supermartes', cuando se disputan más delegados en un solo día que en ninguna otra cita de las primarias, incrementa la presión sobre la última gran rival del expresidente, Nikki Haley, para que abandone la carrera republicana.
Biden y Trump ganaron cada uno en California, Texas, Alabama, Colorado, Maine, Oklahoma, Virginia, Carolina del Norte, Tennessee, Arkansas, Minnesota y Massachusetts. Biden también ganó las primarias demócratas en Utah, Vermont e Iowa.
Haley ganó en Vermont, negándole a Trump una victoria total, pero el expresidente ganó en otros estados que podrían haber sido favorables para ella, como Virginia, Massachusetts y Maine, que tienen grandes franjas de votantes moderados, como aquellos que la respaldaron en primarias anteriores.
La nominación de ambos candidatos aún no es matemática pero está prácticamente asegurada
Hasta finales de mes, no habrá suficientes estados que hayan votado para que Trump o Biden se conviertan de manera matemática en los candidatos a la Casa Blanca, a falta únicamente a partir de ahí de la nominación oficial en las convenciones de ambos partidos. Pero el día más importante de las primarias hizo que un nuevo cara a cara entre Biden y Trump sea casi una certeza. Tanto el demócrata Biden, de 81 años, como el republicano Trump, de 77, continúan dominando sus partidos a pesar de enfrentar dudas sobre la edad y de no tener una amplia popularidad entre el electorado general.
La única contienda que Biden perdió el martes fue el caucus demócrata en Samoa Americana, un pequeño territorio estadounidense en el Océano Pacífico Sur. Biden fue derrotado por un candidato previamente desconocido, Jason Palmer, por 51 votos contra 40.
Reacciones de los candidatos
Haley vio los resultados de las elecciones en privado y no tenía eventos de campaña programados en el futuro. Su campaña dijo en un comunicado que los resultados reflejaban que había muchos republicanos "que están expresando profundas preocupaciones sobre Donald Trump".
Mientras tanto, la mansión de Trump en Mar-a-Lago estaba llena para una fiesta de victoria. Entre los asistentes se encontraba el personal y sus seguidores. La multitud estalló cuando Fox News, que se reproducía en las pantallas alrededor del salón de baile, anunció que el expresidente había ganado las primarias republicanas de Carolina del Norte.
"Lo llaman 'supermartes' por una razón", dijo Trump ante una ruidosa multitud. Además continuó atacando a Biden en relación a la frontera entre Estados Unidos y México y la retirada de Afganistán.
Biden no pronunció un discurso, sino que emitió un comunicado advirtiendo que los resultados del martes habían dejado a los estadounidenses con una opción clara, y promocionando sus propios logros después de vencer a Trump.
"Si Donald Trump regresa a la Casa Blanca, todo este progreso estará en riesgo", afirmó Biden. "Está impulsado por el agravio y el dolor, centrado en su propia venganza y retribución, no en el pueblo estadounidense".
