En un remoto pueblo de las colinas húngaras, un antiguo mecánico de coches convierte los desechos en increíbles esculturas. Se llama Zoltán Rónaszéki y se ha convertido en un ejemplo para sus vecinos.
"La primera vez, quise crear un pequeño regalo para un colega que dimitió, e hice una pequeña motocicleta. Así empezó todo", explica a 'Euronews'. Al principio usaba el material que sobraba de algunos de coches, pero ya ha ido un paso más allá.
Desechos de hogares, talleres y empresas
Zoltán recoge todo tipo de desechos de hogares, talleres y también empresas, y acaba encajándolos en algunas de sus esculturas. E****s un autodidacta que nunca fue a clases de arte y, además, todo el trabajo lo hace él solo sin ayuda de nadie.
Tras realizarlas, pone a la venta sus esculturas, lo que le permite ganar algo con esta actividad. "Para mí no son residuos, más bien es una forma fácil de captar la atención de la gente".
Vive en una zona remota de Hungría pero ya hay personas que se han acercado hasta allí para verlo. "Se trata de una zona pintoresca, a 50 kilómetros de las grandes ciudades y de las autopistas".
Ha participado en su primera exposición profesional
Poco a poco Zoltán Rónaszéki ha ido ganando popularidad. Recientemente ha podido trabajar por primera vez en una exposición profesional: 'Iconos del cine', una muestra que presenta alugunas criaturas icónicas del séptimo arte.
'Iconos del cine' le ha permitido dar un paso más allá**, ir a lo grande y trabajar en esculturas aún mayores**. Pero el principio sigue siendo el mismo: crear obras fascinantes a partir de cosas que otros tiran.
