La segunda jornada del Grand Slam de Tiflis ofreció otro espectáculo a los aficionados al judo de todo el mundo.
Dentro del estadio, el público georgiano acudió a ver a sus héroes.
En -63 kg, la número uno del mundo, Catherine Beauchemin-Pinard, accedió una vez más a una final del circuito mundial. Allí se enfrentó a Angelika Szymanska. Beauchemin-Pinard, oriunda de Canadá se dejó caer por debajo de su rival polaca para marcar un waza-ari y ganar el oro.
El favorito local, campeón olímpico en 2012 y campeón mundial en 2021, Lasha Shavdatuashvili, entró en acción en -73 kg.
Se enfrentó al, relativamente desconocido, Karen Galstian en la final y no perdió el tiempo para sellar la medalla de oro y la adoración del público con una técnica de recogida absolutamente enorme, clásico del judo georgiano.
La final de la categoría de -70 kg enfrentó a las dos mejores del mundo, Sanne Van Dijke y Barbara Matic. Un momento de excelencia de Matic sorprendió a su rival holandesa y le valió la victoria.
Timur Arbuzov se impuso con autoridad en la categoría de -81 kilos y obtuvo su primer oro.
El orgullo nacional fue aún mayor, ya que se celebró una ceremonia especial para celebrar la dedicación y los logros de Avtandili Tchrikishvili. Hubo discursos del propio Tchrikishvili y de Giorgi Atabegashvili, Presidente de la Federación Georgiana de Judo. Tchrikishvili es uno de los deportistas georgianos de mayor rendimiento. El campeón del mundo en 2014 y tres veces campeón de Europa ha anunciado su retirada de la competición. Una despedida elegante para la leyenda georgiana.
El público quedó impresionado por las increíbles habilidades mostradas por su equipo, y sin duda está listo para más en el tercer día en Tiflis.
