Así influyen los colores en nuestro cerebro y en nuestro comportamiento desde una perspectiva neurocientífica

Ikea y la Sociedad Española de Neurociencia (SENC) han unido esfuerzos para analizar el cerebro humano ante la percepción de diferentes tonalidades y colores y cómo esa percepción puede influir en nuestro comportamiento, desde una perspectiva neurocientífica.

El resultado de esta colaboración se plasma en la creación del informe 'La percepción visual de los colores y la actividad cerebral', una revisión bibliográfica de 47 estudios científicos publicados hasta la fecha, llevada a cabo por la doctora Concepción Lillo, el doctor Juan de los Reyes, la doctora Teresa de los Reyes, la doctora Marta Zaforas y la estudiante predoctoral Patrycja A. Klimzak, todos ellos miembros del comité de comunicación de la SENC.

La percepción del color constituye una faceta fundamental en nuestra experiencia neurológica, influyendo significativamente en diversos aspectos de nuestro comportamiento.

Además, esta percepción no depende de un único factor, como puede ser la longitud de onda, sino de múltiples estímulos visuales que capta el ojo. La orientación del objeto, el contraste, el movimiento y la forma son algunos de ellos, según han explicado los expertos en una nota de prensa.

RANGOS DE ONDA ASOCIADOS AL COMPORTAMIENTO

Las ondas cerebrales se dividen en diferentes rangos de frecuencia. Estos rangos están asociados con distintos estados de comportamiento: las frecuencias bajas se relacionan con la relajación y la meditación, mientras que las altas están vinculadas a la concentración, la atención y la actividad, según la doctora Teresa de los Reyes de la SENC.

Además, esa información visual del color está relacionada con cómo nuestro cerebro interpreta diferentes propiedades como la intensidad, la temperatura, el brillo o el contraste. Asimismo, nuestro estado interno y el entorno externo también influyen en cómo percibimos los colores

El procedimiento sería el siguiente: la información se procesa de forma distribuida en diferentes áreas cerebrales, que trabajan en paralelo y luego se combinan para formar nuestra percepción visual.

DISTINGUIMOS UN MILLÓN DE COLORES A PARTIR DEL ROJO, VERDE Y AZUL

Los humanos somos tricrómatas y podemos distinguir los colores rojo, verde y azul (RGB, por sus siglas en inglés), con ellos podemos ver alrededor de un millón de tonos. Esto se debe a los fotorreceptores en la retina, que transforman la luz en impulsos nerviosos para el cerebro.

Estos impulsos se procesan en áreas específicas del cerebro, donde se integran según el contexto y la experiencia. Además, la percepción del color puede activar el sistema nervioso autónomo, lo que influye en nuestras respuestas emocionales.

"Es lo que ocurre por ejemplo con un flash de un color determinado en diferentes contextos: el rojo puede indicar peligro en señales de tráfico, pero indica amor en contextos sociales y personales", explica la doctora Teresa de los Reyes.

Según la revisión realizada por la SENC sobre la activación cerebral y la percepción del color siguiendo el modelo RGB, los colores son importantes en el aspecto atencional (algunos captan más la atención que otros), lo que influye en cómo percibimos el entorno visual. Por ejemplo, el rojo, naranja y rosa aumentan la atención y generan excitación cerebral, mientras que el azul se relaciona con la relajación y el verde tiene efectos similares al rojo, pero con una respuesta más neutra.

LA IMPORTANCIA DE LA LUZ EN UNA ESTANCIA

La percepción del color también depende de la luminosidad del entorno o estancia. Según algunos estudios, las habitaciones con colores fríos promueven un mayor bienestar que las de colores cálidos, aunque esto puede variar según factores como la edad o el contexto cultural.

Por otro lado, también afectaría el color de las paredes (saturación, contraste) y de los muebles, e incluso la decoración de la sala.

IKEA Y EL COLOR COMO SEÑA DE IDENTIDAD EN SUS DISEÑOS

Este estudio, fruto de la colaboración con la Sociedad Española de Neurociencia, coincide con el lanzamiento por parte de la marca sueca de muebles de la colección Tesammans en colaboración con el estudio holandés Raw Color, donde el color desempeña un papel protagonista.

En sintonía con la investigación, desde Raw Color indican que "el color nunca está solo, un color solo es lo que es cuando está junto a otros. Por ejemplo, un rojo al lado de un rosa conservará la tonalidad, pero al lado de un azul parecerá más intenso y creará un contraste mayor".

Ikea ha integrado el color de manera intrínseca en su identidad y diseño a lo largo de la historia, con influencias históricas como el 'Rojo Falun', característico color rojo de las casas en Escandinavia en el siglo XVI, hasta corrientes modernas como la Bauhaus en el siglo XX, que se focalizó en la funcionalidad de los productos y los colores primarios. La directora de Diseño Retail e Interiorismo de Ikea en España, Almudena Cano, también destaca la importancia de la naturaleza en su diseño, utilizando materiales, patrones y colores inspirados en ella.

© Europa Press