La UE lanza una nueva investigación sobre la contratación pública de dispositivos médicos en China

Bruselas acusa a Pekín de impedir el acceso al mercado a los productores europeos de dispositivos médicos. ©Tamas Vasvari/MTI - Media Service Support and Asset Management Fund

Bruselas lleva mucho tiempo acusando a Pekín de emplear prácticas discriminatorias que hacen prácticamente imposible que las empresas europeas obtengan contratos públicos en China en el valioso sector de los dispositivos médicos, donde el bloque aún conserva una ventaja competitiva.

Estas prácticas incluyen la lentitud de los procesos de certificación y los sistemas de aprobación poco claros para los fabricantes extranjeros, así como políticas para impulsar la economía nacional.

Además, la industria de dispositivos médicos de la UE ha denunciado en repetidas ocasiones que las licitaciones públicas chinas que antes estaban abiertas a la importación ahora solicitan específicamente productos fabricados en China.

Los europeos se encuentran entre los principales exportadores

Alemania, los Países Bajos, Irlanda, Francia y Bélgica se encuentran entre los principales exportadores mundiales de aparatos médicos, algunos de ellos con un alto valor añadido tecnológico, como máquinas de rayos X o marcapasos, y otros de uso más común, como lentes de contacto y tiritas adhesivas.

La investigación se basará en los comentarios proporcionados por los Estados miembros y las empresas y en el diálogo con los funcionarios chinos, y durará nueve meses, con una posible prórroga de cinco.

Se inició a instancias de la Comisión Europea, y no como resultado de una denuncia.

Si la investigación confirma la existencia de prácticas sospechosas, el Ejecutivo europeo, liderado por Ursula von der Leyen, tendrá derecho a aplicar medidas de represalia contra China para igualar la competencia en ambas partes.

Esto podría hacer que las empresas chinas quedaran completamente aisladas de la contratación pública en toda la UE, un mercado abierto con un valor de más de 2.000 millones de euros. Como alternativa, la Comisión puede limitar la prohibición a las ofertas que superen un determinado valor.

La respuesta dependerá del Gobierno chino

El procedimiento podría terminar si Pekín acepta poner remedio a la situación y garantizar la igualdad de condiciones para los proveedores europeos.

"Desde hace algún tiempo, el mercado de compras en China ha supuesto un desafío, especialmente en vista de la implementación de las políticas de contratación estatal centralizadas de China, así como de la implementación de las políticas de compra de China, que han repercutido en el mercado chino de dispositivos médicos", dijo a 'Euronews' un portavoz de Medtech Europe, la asociación comercial que representa a las industrias europeas de tecnología médica.

Según la asociación comercial, China es uno de los principales socios comerciales de equipos médicos en Europa y representó el 11% de los destinos de exportación del mercado en 2022.

¿Un duro golpe para China?

La última medida es la primera de este tipo en el marco del Instrumento de Contratación Pública Internacional (ICPI), una de las herramientas legislativas que el bloque ha introducido en los últimos años para combatir la competencia desleal a la que se enfrenta por parte de países de todo el mundo, especialmente de China.

Con su economía fuertemente centralizada, el Partido Comunista de China emplea una amplia gama de herramientas, como subsidios, préstamos baratos, exenciones fiscales, trato preferencial y requisitos regulatorios, para favorecer a las empresas nacionales en detrimento de sus rivales extranjeros.

Esto ha provocado enormes fricciones con los aliados occidentales, que se han unido para defenderse de las tácticas de mano dura de Pekín, "reducir el riesgo" de las dependencias vulnerables y evitar una avalancha de exportaciones chinas baratas.

La última investigación sobre los dispositivos médicos se produce casi al mismo tiempo que la Comisión realizaba inspecciones sin previo aviso en las oficinas de una empresa china en Polonia y los Países Bajos esta semana, las primeras que se realizan en virtud del reglamento sobre subvenciones extranjeras.

Ambas siguen a dos investigaciones independientes de la UE sobre los productores chinos de turbinas eólicas y paneles solares, de los que se sospecha que se benefician de generosos subsidios estatales para conseguir contratos en el bloque.

Los vehículos eléctricos chinos, también en el punto de mira

Mientras tanto, Bruselas se encuentra en la fase final de una investigación sobre los vehículos eléctricos fabricados en China, que también se cree que tienen un coste artificial gracias al enorme apoyo gubernamental de Pekín. Esta investigación ha sido descrita como una de las más importantes de los últimos años y podría conducir a un aumento de las tarifas para compensar la ventaja competitiva que suponen los subsidios.

"Para nosotros, China es a la vez un socio, un competidor económico y un rival sistémico. Y las dos últimas dimensiones convergen cada vez más", dijo Margrethe Vestager, vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea, a principios de este mes.

Si bien la mayoría de las capitales europeas han acogido con satisfacción estas iniciativas por considerarlas necesarias para proteger la integridad del mercado único e impedir la destrucción de las empresas nacionales, Pekín ha adoptado un discurso desafiante al atacar a Bruselas por "proteccionismo".

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