Hilary Swank es una de las actrices más laureadas de la industria de Hollywood, con dos premios Óscar en su haber y una sólida carrera de más de 25 años. Sin embargo, en 2014 la intérprete no dudó en poner su carrera en suspenso para cuidar de su padre Stephen, quien se había sometido a un transplante de pulmón y necesitaba asistencia y supervisión constantes.
La estrella de cine, protagonista de títulos como 'Million Dollar Baby' y 'Boy's don't cry', ha recordado ahora que inicialmente se planteó permanecer un año alejada de las cámaras. Sin embargo, su retiro finalmente se prolongó tres años. "La decisión no fue en absoluto difícil. De hecho, fue una bendición y un honor hacerlo. Porque no todo el mundo se encuentra en esa posición en que se lo pueda permitir", ha contado al diario The Independent.
Swank se mudó con su progenitor y vivió con él hasta la muerte de Stephen en el año 2021. "Y me pareció bien. Quería estar a su lado tanto tiempo como me necesitara", ha añadido en su entrevista.
Aunque era consciente de que una ausencia demasiado prolongada podría haber supuesto una barrera infranqueable para su regreso a la profesión, como han advertido otras tantas actrices, lo cierto es que la actriz estadounidense, de 49 años, fue afortunada en ese sentido. "No me preocupaba demasiado. No eran diez los años de trabajo que tenía a mis espaldas, llevaba 25 años en este negocio", ha subrayado.
Hilary Swank también mantiene estos días un perfil bajo en lo que a su aparición en películas y series se refiere, aunque los motivos son muy diferentes. La actriz y su segundo marido, Philip Schneider, se convirtieron en padres el año pasado con el nacimiento de sus mellizos. La maternidad es, en palabras de la actriz, "mucho más divertida" de lo que había imaginado en un principio, por lo que no tiene prisa en volver al trabajo. "El proyecto tiene que ser muy tentador como para que participe en ello", aclara.
