¿Serbia avanza hacia el autoritarismo o hacia la adhesión a la UE?

El Presidente serbio, Aleksandar Vučić, recibe en Belgrado al Comisario de Ampliación de la UE, Oliver Varhelyi. ©Screenshot from AP video 4494061

El presidente serbio, Aleksander Vucic, recibió el lunes en Belgrado al Comisario de Ampliación de la UE, Oliver Varhelyi, quien dijo que esperaba que Serbia se uniera al bloque en la próxima Comisión Europea.

"La próxima Comisión tendrá que poner todo su trabajo y esfuerzo para conseguir que los nuevos miembros entren en la Unión Europea", dijo Varhelyi tras conversar con Vucic.

Serbia busca formalmente ser miembro de la Unión Europea, pero ha mantenido relaciones amistosas con Rusia y se negó a sumarse a las sanciones occidentales contra Moscú por su guerra en Ucrania.

Varhelyi añadió el lunes que Serbia tiene que trabajar en sus reformas democráticas, su Estado de derecho y "alinearse más con la política exterior de la UE".

Serbia causó revuelo en Bruselas después de negarse a sumarse a las sanciones de la UE a Rusia tras su invasión de Ucrania.Vucic ha afirmado durante años seguir una política “neutral”, equilibrando los lazos entre Moscú, Pekín, Bruselas y Washington.

Aunque ha dicho repetidamente que Serbia es firme en su objetivo proclamado de buscar ser miembro de la UE, bajo su Gobierno el país balcánico parece estar acercándose a Rusia y especialmente a China.

Serbia ha comprado gas ruso en condiciones favorables y añadido equipamiento de Rusia a su arsenal militar. Y, durante una visita del presidente chino Xi Jinping a Belgrado la semana pasada, China y Serbia firmaron un acuerdo de libre comercio para construir relaciones “férreas” y un “futuro conjunto compartido”.

Denuncias de retroceso democrático y fraude electoral

Serbia ha sido un país candidato oficial a la UE desde 2012, pero desde entonces ha habido varios obstáculos en el camino.

El país se vio sacudido por protestas el año pasado tras dos tiroteos masivos que dejaron 18 muertos. Las manifestaciones, que inicialmente exigían leyes más estrictas para el control de armas, pronto se transformaron en protestas antigubernamentales.

Los manifestantes denunciaron el retroceso democrático y acusaron al Gobierno de Vucic de autoritarismo y corrupción. Las protestas también se intensificaron tras las elecciones generales parlamentarias del pasado 17 de diciembre, en las que el partido gobernante, el Partido Progresista Serbio (SNS), ganó con un 47% de los votos, el doble que la coalición opositora 'Serbia contra la Violencia' (SPN), que denunció un supuesto fraude electoral.

Los observadores internacionales dijeron que, por un lado, las elecciones estuvieron bien organizadas y respetaron las libertades básicas, pero, por otro, criticaron el control del Gobierno sobre la mayoría de medios de comunicación, el abuso de recursos públicos, la falta de separación entre el cargo oficial de Vucic y su actividad en la campaña electoral, y el hallazgo de presiones sobre los votantes del sector público. Esta serie de irregularidades habrían creado una serie de "condiciones desiguales", según expertos de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).

La cuestión de Kósovo, otro obstáculo en el camino a la adhesión

Kósovo declaró su independencia de Serbia en 2008, en una medida que Belgrado se niega a reconocer.

El mes pasado, los ministros de Asuntos Exteriores de la UE acordaron congelar el proceso de adhesión de Serbia si no implementaba un acuerdo para normalizar su relación con Kósovo.

La condición principal es que Serbia deje de obstruir los esfuerzos de Kósovo para unirse a organizaciones internacionales clave, como la ONU, el Consejo de Europa y la OTAN.

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