El responsable de Economía de la UE no se arrepiente de nada a pesar de la reacción negativa al acuerdo ecológico

Participantes en el Foro Económico de Bruselas 2024 (Bélgica) ©European Commission

Con una creciente reacción contra las políticas ecológicas de la UE y unas encuestas que pronostican un giro a la derecha en las próximas elecciones europeas, algunos temen que la agenda medioambiental de Bruselas esté en grave riesgo.

Europa se ha visto zarandeada por protestas encabezadas por agricultores, por el impacto de las normas medioambientales de la UE en el sector agrario. El destino de la Ley de Restauración de la Naturaleza del bloque parece ahora incierto.

Las medidas contra el cambio climático no admiten esperas

Pero los autores de las medidas de transición ecológica no se arrepienten de su decisión de haberlas puesto en primer plano.

"Preguntémonos si nos arrepentimos de la decisión tomada hace cuatro o cinco años, de tener el acuerdo verde como perfil principal de la Comisión von der Leyen: mi respuesta es no", dijo el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la UE, Paolo Gentiloni, sobre el mandato de cinco años que comenzó a finales de 2019.

Gentiloni se refirió a "la urgencia de la crisis climática", citando datos de satélite que muestran que las temperaturas globales ya han superado el límite de aumento acordado internacionalmente de 1,5 grados centígrados.

Palos en las ruedas de la transición ecológica

Pero el ministro de Finanzas de Grecia, Kostis Hatzidakis, indicó que aún hay margen de maniobra para reconsiderar, al menos en parte, los planes medioambientales de la UE.

"No creo que debamos dar marcha atrás en los objetivos generales que nos hemos fijado", dijo Hatzidakis, después de que Bruselas legislara para reducir las emisiones de carbono en un 55% para 2030. "Pero - añadió - hay áreas en las que el bloque debería reevaluar el ritmo de la transición y revisar las políticas aplicadas: la agricultura puede ser un ejemplo característico".

Gentiloni citó los cientos de miles de millones de inversión que se necesitan cada año para cumplir los objetivos ecológicos y digitales del bloque, que podrían financiarse mediante un objetivo largamente defendido de reforzar los mercados de capitales de la UE, o mediante la idea, igualmente polémica, de financiación pública a partir de préstamos conjuntos de la UE.

Obstáculos a la inversión pública: vuelta a la austeridad sin nombrarla

Sin embargo, si Europa no está a la altura del reto climático, muchos culpan a las propias normas de Bruselas: las restricciones al déficit presupuestario aprobadas recientemente ahogan la inversión pública y suponen una vuelta a la austeridad.

Las nuevas normas fiscales de la UE, encabezadas por Gentiloni, son "una prueba clara de la falta de visión", dijo Tea Jarc, secretaria confederal de la Confederación Europea de Sindicatos, y añadió que las leyes, que entraron en vigor el 30 de abril, siguen siendo una "mala opción", aunque mejor que las "muy malas" restricciones anteriores.

El Pacto Verde "no es una prioridad si no estamos dispuestos a invertir en él", dijo Jarc, y añadió: "No podemos seguir engañando a la gente".

El Pacto Verde no es una prioridad si no estamos dispuestos a invertir en él. No podemos seguir engañado a la gente".

Adélaïde Charlier, cofundadora del movimiento Jóvenes por el clima no cree que deba retrocederse por protestas sectoriales: "El movimiento de agricultores es un gran ejemplo de cómo no teníamos una visión integral de lo que es la transición climática. La transición climática también forma parte de la PAC, ¿cómo reformamos la Política Agrícola Común sin ella? Está completamente en línea con el acuerdo verde. Y creo que esto es lo que necesitamos. Pero ni mucho menos creo que tengamos que ser menos ambiciosos".

Los activistas insistieron en que el cambio climático continuará y no hay tiempo que perder pese a los retrasos o dilaciones de la UE en aplicar sus propios programas.

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