Jerónimas celebran la sentencia y confirman el interés de hoteleras por comprar el Monasterio de Santa Isabel de Palma

Las monjas jerónimas han celebrado este viernes la sentencia de la Audiencia Provincial de Baleares que reconoce la propiedad de la orden religiosa sobre el Monasterio de Santa Isabel de Palma y han asegurado que hubo empresas hoteleras interesadas en comprar el inmueble.

Así lo ha confirmado en rueda de prensa la abogada Pilar Rosselló, quien ha defendido a las religiosas en el litigio sobre la propiedad del monasterio que reclamaba el Obispado de Mallorca.

En caso de que el edificio estuviera en venta, las religiosas han hablado de que "habría varios compradores" y algunos de ellos "potentes" que les mostraron su interés por adquirir el monasterio pero Rosselló ha incidido en que estas intenciones "nunca se han concretado", por lo que la transformación del edificio en un hotel está "descartada absolutamente".

"También está descartado porque estos hoteles serían para ricos ¿Quién iba a venir a los hoteles? Entonces si se puede hacer algo por los pobres, como dice el Evangelio, esta es nuestra idea", ha puntualizado la priora del monasterio, Ángela Sanz, conocida como Sor Natividad en el convento.

Acerca de los posibles usos que se han planteado para el futuro del edificio religioso, las monjas han trasladado su intención de restablecer el culto, musealizar la parte antigua y dedicar otra parte a fines sociales o educativos.

En ese sentido, han puesto de relieve una serie de actuaciones que se tienen que llevar a cabo de manera "urgente" como la intervención en la muralla árabe, algo que han trasladado al Consell de Mallorca --puesto que se trata de un bien de interés cultural (BIC)--.

Rosselló ha asegurado que ya se han realizado pruebas técnicas, entre las que se encuentran los levantamientos topográficos en 3D, y se ha concretado el proyecto de restauración, por lo que le han trasladado una petición para que la institución insular subvencione estas obras.

La priora ha reivindicado que "los monasterios llevan el carisma de los que han vivido dentro y son sitios de reconciliación, amor y paz, que pueden hacer bien donde estén y a quien esté a su alrededor". "Ahora se persigue que el monasterio se convierta en algo social, que lo participe la sociedad, para crear lo que se decida pero que no sea otra cosa, porque lo que nos ofrecen es hacer hoteles y es un sitio consagrado", ha reivindicado la religiosa.

LITIGIO CON EL OBISPADO

Ahora, se abre la posibilidad de que el Obispado recurra esta cuestión ante el Tribunal Supremo pero la defensora ha augurado que "no tiene ninguna posibilidad de admitirse a trámite", por lo que a su juicio, "obedecería más a un motivo personal" y podría tener una "razón maliciosa" del Obispado, puesto que la sentencia ha sido votada "unánimemente".

De hecho, en 2016 hubo un preacuerdo con la fundación Esment para dar un uso social al convento pero al existir el pleito por la propiedad, la organización decidió optar por otra ubicación, según ha confirmado la abogada defensora.

Por todos estos motivos, ha hecho un llamado a que "impere la sensatez" puesto que las monjas "han sufrido mucho" durante el contencioso y han indicado que Sor Natividad se ha dirigido al nuncio del Papa en España, Bernardito Cleopas, para que medie en el conflicto.

No obstante, Sanz ha pedido que no se "confunda" su caso con el de las monjas clarisas de Belorado, ya que ha reconocido que el conflicto judicial ha supuesto un "mal momento" para la Iglesia. Para ella, esta es "una manera de hacer Iglesia" porque "la verdad tiene mucha más fuerza y los cristianos deben ayudar a que se llegue a la verdad, aunque cueste dinero y sufrimiento".

"LA SOCIEDAD NO CREA VOCACIONES"

De cara al futuro del convento, Sanz ha lamentado que "la sociedad ya no crea vocaciones" como para continuar con la vida religiosa del inmueble. A su parecer, el ritmo de vida actual "lava el cerebro a los jóvenes". La religiosa ha defendido, en cambio, que "para ser feliz no es necesario tener muchas cosas".

En esta idea ha ahondado el delegado de la Santa Sede para la Orden Jerónima de Santa Paula, Enrique Trigueros, para el que sería "maravilloso" restablecer la vida religiosa pero ha reconocido que "las vocaciones no las suscitan ellos", sino que es "una gracia que da Dios".

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