Una investigación revela cómo miles de británicos se contagiaron de VIH al someterse a transfusiones sanguíneas en los años 1970 y 1980

Víctimas de la sangre infectada se manifiestan en Londres. ©Aaron Chown/PA via AP

Un informe sobre el escándalo de la sangre infectada de VIH en el Reino Unido durante las décadas de los años 70 y 80 del siglo pasado ha puesto de manifiesto una serie de fallos cometidos por "sucesivos gobiernos" y profesionales de la medicina británicos.

Se cree que unas 3.000 personas murieron al infectarse de VIH y hepatitis por transfusiones de sangre durante lo que se considera el error más mortífero en el Servicio Nacional de Salud británico (NHS) desde su creación en 1948.

Sin respuesta hasta ahora

"A cualquiera que lea este informe le sorprenderá que estos hechos hayan podido ocurrir en el Reino Unido", reza el resumen introductorio de la investigación. "También le resultará sorprendente que las preguntas sobre por qué se produjeron tantas muertes e infecciones no hayan tenido respuesta hasta ahora", prosigue.

Según la investigación, la magnitud de lo ocurrido fue "espeluznante" y causó "un nivel de sufrimiento difícil de comprender".

"Todas las pruebas apuntan a la conclusión ineludible de que los niños y los adultos no fueron tratados de forma que se diera prioridad a su seguridad por encima de otras consideraciones", declaró Sir Brain Langstaff, ex juez que presidió la investigación, al presentar el informe el lunes.

En su opinión, no informar a la población de los riesgos de los hemoderivados ni de sus infecciones fue una práctica generalizada, errónea y contraria a la ética durante aquellos años.

"Un día de vergüenza para el Estado británico"

El primer ministro británico, Rishi Sunak, declaró en el Parlamento el lunes por la tarde que era "un día de vergüenza para el Estado británico". "El informe de hoy muestra un fracaso moral de décadas en el corazón de nuestra vida nacional, desde el Servicio Nacional de Salud a la administración pública, pasando por los ministros de los sucesivos Gobiernos", declaró.

"A todos los niveles, las personas y las instituciones en las que depositamos nuestra confianza han fallado de la forma más desgarradora y devastadora", dijo Sunak, al tiempo que pedía disculpas y prometía que el Estado pagaría indemnizaciones a las víctimas.

"Cueste lo que cueste llevar a cabo este plan, lo pagaremos", añadió. Jason Evans, que tenía cuatro años cuando su padre murió a los 31 en 1993 tras contraer VIH y hepatitis por un producto de plasma sanguíneo infectado, dijo que el escándalo envolvió toda su vida.

"Mi padre sabía que se estaba muriendo y grabó muchos vídeos caseros, que he conservado y reproducido una y otra vez mientras crecía, porque era realmente todo lo que tenía", añadió.

Evans desempeñó un papel decisivo en la decisión de la entonces primera ministra Theresa May de crear la investigación en 2017. Dijo que simplemente "no podía dejarlo pasar".

¿Qué es el 'escándalo de la sangre infectada' en el Reino Unido?

En los años 70 y 80 del siglo pasado, las personas con trastornos hemorrágicos y las que necesitaban transfusiones de sangre se infectaron con virus potencialmente mortales porque los productos sanguíneos estaban contaminados.

Según el informe, unas 26.800 personas que necesitaron transfusiones de sangre se infectaron con hepatitis C. Las transfusiones solían estar relacionadas con partos o intervenciones quirúrgicas.

El informe también reveló que unas 1.250 personas con trastornos hemorrágicos estaban infectadas por el VIH, entre ellas unos 380 niños. Tres cuartas partes de esas personas han muerto, según el informe.

"Este desastre no fue un accidente. Las infecciones se produjeron porque las autoridades -los médicos, los servicios de sangre y los sucesivos Gobiernos\- no dieron prioridad a la seguridad de los pacientes", afirmó Langstaff.

"La respuesta de las autoridades agravó el sufrimiento de la gente"

Los pacientes con hemofilia, enfermedad que afecta a la capacidad de coagulación de la sangre, se vieron expuestos a lo que se vendió como "un nuevo y revolucionario tratamiento derivado del plasma sanguíneo".

En el Reino Unido, el NHS, que trata a la inmensa mayoría de las personas, empezó a utilizar el nuevo tratamiento, denominado 'Factor VIII', a principios de la década de los 70.Resultaba más cómodo que un tratamiento alternativo y fue bautizado como 'medicamento milagroso'.

Donaciones procedentes de presos y drogadictos

Como la demanda superaba a la oferta, las autoridades sanitarias importaron el fármaco de Estados Unidos, donde muchas donaciones de plasma procedían de presos y drogadictos a los que se pagaba por donar sangre, lo que aumentaba el riesgo de que estuviera contaminada.

El 'Factor VIII' se fabricaba mezclando plasma procedente de miles de donaciones. En esta mezcla, un donante infectado comprometería todo el lote.

Aunque la Organización Mundial de la Salud había indicado en los años 50 cómo reducir los riesgos de transmisión de la hepatitis a través de los productos sanguíneos, el informe concluye que no se siguieron estos consejos.

Langstaff afirmó que del informe se habían extraído muchas enseñanzas y destacó algunas de sus recomendaciones. El ex juez afirmó que la seguridad del paciente debe ser un "principio rector", y añadió que las infecciones podrían haberse evitado si se hubieran tratado como tales.

La importancia de la defensa del paciente

Recomendó medidas para "empoderar la voz del paciente para que sea escuchada y tomada en serio en el día a día de la asistencia sanitaria", y pidió financiación para la defensa del paciente.

"Debería haber habido curiosidad antes de 2017 sobre qué llevó a más de 3.000 personas a morir y a miles más a vivir con infecciones", añadió. Instó al Gobierno británico a aplicar rápidamente sus recomendaciones.

"La demora no solo causa frustración, sino que agrava el daño y el sufrimiento que muchos de los infectados y afectados han soportado", dijo.

"Ahora es el momento, por fin, del reconocimiento nacional de este desastre, de la compensación adecuada y de la reivindicación de todos aquellos que han sido tan terriblemente perjudicados", concluyó.

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