Estados Unidos.- Toyota valora una inversión de 490 millones para levantar una planta adicional de fabricación en EE.UU.

Toyota está valorando la posibilidad de poder invertir hasta 531 millones de dólares (490 millones de euros) en una planta adicional de fabricación en las instalaciones con las que cuenta la marca nipona en el Estado de Texas (Estados Unidos).

De momento, la firma nipona está valorando la posibilidad de acogerse a una desgravación fiscal en aplicación de la legislación estadounidense del Gobierno de Joe Biden para acelerar la fabricación nacional de automóviles de nueva generación y reducir las importaciones de otros países como China, según informan medios locales.

Este nuevo emplazamiento con el que contaría Toyota en uno de sus mayores mercados tras el japonés supondría la creación de 411 puestos de trabajo directos para la fabricación de la camioneta Toyota Tundra y el SUV Sequoia.

Desde 2003, cuando Toyota levantó la planta tejana en la localidad de San Antonio, ha invertido 4.200 millones de dólares (3.869 millones de euros) y emplea a más de 3.700 trabajadores en la instalación, que comenzó a producir en 2006.

UN PLAN DE INVERSIONES MAYOR

La automovilística anunció hace unos días una inversión de 1.400 millones de dólares (1.289 millones de euros) para producir otro SUV eléctrico y poder lograr subvenciones públicas a su actividad.

En concreto, esta inversión se localizará en la fábrica que tiene en el estado de Indiana para producir vehículos eléctricos a partir de 2026. Esta planta será la segunda de Toyota en EE.UU. con producción de eléctricos, tras la factoría del grupo en Kentucky.

Toyota ha anunciado inversiones por 18.600 millones de dólares (17.136 millones de euros) desde 2021 en el territorio estadounidense destinadas a impulsar la reconversión de su gama de modelos y de sus factorías hacia la movilidad eléctrica.

OFENSIVA ARANCELARIA

Este anuncio llega apenas una semana después de que el Gobierno de Estado Unidos anunciara que iba a multiplicar por cuatro los aranceles a las importaciones de vehículos eléctricos de China del 25% al 100%, lo que supondrá un impacto para las relaciones comerciales de hasta 18.000 millones de dólares (16.583 millones de euros).

Esta medida tiene como objetivo proteger a la industria del vehículo estadounidense, que se prepara para recibir cientos de miles de millones de dólares en subsidios federales para fomentar la transición hacia el vehículo eléctrico.

Durante estos últimos días y tras la visita de Estado del presidente chino, Xi Jinping, a Francia, el Gobierno chino criticó la posición de Washington, asegurando que el "problema de exceso de capacidad china no existe".

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