Las clases de yoga se han transformado en una academia al aire libre de Massachusetts (Estados Unidos). La profesora ha decidido que se sumen tres alumnos muy rebeldes: unos cerdos que no hacen mucho caso a sus indicaciones.
"Lo mejor de estas clases de yoga son los cerditos, son divertidos y muy monos. Justo cuando necesitas un descanso vienen a verte, son adorables", dice Stacey Delbridge, una de las alumnas, encantada de recibir a sus nuevos compañeros.