La diseñadora Victoria Beckham organizó una fiesta por todo lo alto para celebrar su 50 cumpleaños el pasado mes de abril. En las fotos y vídeos que de la celebración inundaron las redes sociales, se pudo ver a la antigua Spice Girl desatada, bailando con sus amigos e incluso retomando durante unos minutos su antigua carrera como estrella del pop junto a sus antiguas compañeras de banda.
La lesión que le ha llevado a caminar con muletas no impidió a Victoria sacar el máximo partido a la fiesta. En sus redes sociales, la empresaria también publicó varias fotos de la cena en la que posaba en actitud cariñosa y relajada con su marido David Beckham, padre de sus cuatro hijos y con el que disfruta de un sólido matrimonio desde 1999.
La felicidad y la simpatía que irradiaba en su gran día, rodeada de amigos tan famosos como la actriz Eva Longoria, el chef Gordon Ramsay y el actor Tom Cruise, es lo que la define normalmente en su vida cotidiana. En conversación con la revista Grazia, la antaño cantante ha querido romper con el ya manido prejuicio de que es una mujer fría y arisca, o una "vaca miserable" en sus propias palabras. "Esas imágenes mostraron al mundo quién soy realmente. Ese es mi verdadero yo", ha insistido.
Con el paso de los años, Victoria Beckham ha aprendido a desconectar de las opiniones ajenas a su círculo de confianza. "Creo que influye el hecho de que, a medida que te vas haciendo mayor, te va importando menos lo que piensen los demás", ha añadido tras dar las gracias a sus amigos por ayudarle a sacar su lado más espontáneo y, así, "arruinar" esa fama de antipática que aún la persigue.
