La migración sigue siendo un tema candente en Italia antes de las elecciones europeas

Captura de un vídeo publicado por la Guardia Costera italiana el jueves 11 de abril de 2024, del rescate de un barco con migrantes frente a la isla de Lampedusa ©Guardia Costera italiana vía AP

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, ha abordado como un asunto prioritario la migración irregular, con la intención de frenar el flujo de llegadas. Su mandato ha coincidido con un significativo aumento de las llegadas desde el norte de África, aunque los datos oficiales del primer trimestre de 2024 muestran una reducción de más de la mitad respecto al mismo periodo del año pasado.

Al lanzar la campaña electoral europea de Hermanos de Italia, Meloni se atribuyó el mérito de haber impulsado un cambio de actitud en Europa hacia la migración. El Gobierno de Italia apoyó además firmemente el reciente acuerdo entre la UE y Túnez, aclamándolo como un éxito que ha llevado a una disminución de casi el 60% en el número de salidas.

Para Alfonso Giordano, profesor de Migración Internacional en la Universidad Luiss, esos datos "confirman la tendencia y el hecho de que ha habido una disminución en lo que va del año". Esa reducción se debería, según el experto, "probablemente a un mayor número de devoluciones en caliente por parte de las autoridades tunecinas y un aumento de las actividades policiales. Esto podría explicar por qué los flujos migratorios se están dirigiendo ahora a Libia".

"En términos políticos, es como si se hubiera puesto un freno a estos flujos migratorios, que están siendo tratados como una emergencia. En cambio, nos enfrentamos a un problema a largo plazo que requiere diferentes tipos de inversiones, como en el caso de las políticas de bienestar", añade.

El pacto de la UE sobre migración y asilo genera divisiones en Italia

El acuerdo entre la UE y Túnez, que ha sido criticado por varias organizaciones humanitarias y eurodiputados por no respetar los derechos humanos, no es la única medida que ha suscitado controversia. La adopción del pacto de la UE sobre migración y asilo ha acentuado las divisiones entre la mayoría gobernante de Italia y los partidos de oposición.

Marco Tarquinio, candidato italiano para las elecciones de la UE por el Partido Demócrata, sostiene que "la externalización del control fronterizo no tiene sentido. Lo que necesitamos son rutas legales que también estén reguladas de manera que permitan a las personas viajar de manera digna. Al hacerlo, pueden ser útiles para nuestras economías y nuestros sistemas sociales". Según Tarquinio, Europa "tiene tanto las reglas como la visión política para lograrlo".

Alessandro Battilocchio, diputado para asuntos de política migratoria por la formación Forza Italia, cree que la migración supone "uno de los desafíos más importantes". Su visión del asunto pasa por defender "la defensa de nuestras fronteras y la construcción de asociaciones con los países de tránsito, mecanismos de migración legal, el fortalecimiento del papel de las agencias de la UE que se ocupan de la migración y, en términos más generales, la implementación de un plan más amplio para África que pueda permitir que el continente se desarrolle".

Las divisiones en el Parlamento italiano también se han avivado tras el llamamiento del Gobierno a ampliar la externalización de las políticas de asilo, con medidas como el protocolo firmado entre Italia y Albania.

Amnistía Internacional denunció que ese acuerdo "pretende legalizar la detención automática de solicitantes de asilo y la repatriación forzada, con el objetivo manifiesto de disuadir las travesías marítimas". La organización añade que, de acuerdo con el derecho internacional, "la detención automática es intrínsecamente arbitraria y, en consecuencia, ilegítima".

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