Los plásticos de colores más llamativos se deterioran antes, causando más microplásticos

Según un nuevo estudio, los plásticos de colores se descomponen más rápido. ©Pexels

Los plásticos de colores vivos se degradan y forman microplásticos con más rapidez que los de colores más claros, según una nueva investigación.

Expertos de la Universidad de Leicester, en Inglaterra, han demostrado que colores como el rojo, el azul y el verde pueden afectar significativamente a la velocidad a la que se descomponen los plásticos. Esto podría suponer la introducción de más microplásticos nocivos en el medioambiente.

El estudio, publicado en la revista 'Environmental Pollution', es histórico, ya que es la primera vez que se demuestra este efecto.

¿Qué colores de plástico se descomponen más rápido?

El equipo de la Universidad de Leicester y la Universidad de Ciudad del Cabo, Sudáfrica, utilizó dos estudios complementarios para demostrar que los plásticos se degradan a ritmos diferentes según el color que se les añada.

En uno de los estudios se utilizaron tapones de botella de distintos colores colocados en el tejado de un edificio universitario, expuestos al sol y a los elementos durante tres años naturales. En el segundo, se utilizaron plásticos de distintos colores encontrados en una playa remota de Sudáfrica.

En ambos casos, los plásticos negros, blancos y de color plateado no se vieron afectados. Sin embargo, las muestras azules, verdes y rojas se volvieron muy quebradizas y se fragmentaron, durante ese mismo periodo de tiempo. En el estudio sudafricano, las muestras más antiguas encontradas eran todas de colores lisos, mientras que la arena estaba llena de fragmentos de colores brillantes.

Los investigadores afirman que esto demuestra cómo los colorantes negro, blanco y plateado protegen al plástico de la dañina radiación ultravioleta (UV), que cambia su estructura polimérica volviéndolo quebradizo.

Desechos microplásticos arrastrados por las olas hasta la orilla de una playa. AP Photo/Andrew Selsky

"Es sorprendente que las muestras dejadas a la intemperie en un tejado de Leicester y las recogidas en una playa azotada por el viento en el extremo sur del continente africano muestren resultados similares", afirma la doctora Sarah Key, quien dirigió el proyecto.

"Lo que demostraron los experimentos es que, incluso en un entorno relativamente fresco y nublado, durante solamente tres años, pueden observarse enormes diferencias en la formación de microplásticos".

"A menudo me he preguntado por qué los microplásticos de la arena de la playa suelen tener todos los colores del arco iris", añade Sarah Gabbott, profesora de la Facultad de Geografía, Geología y Medioambiente de la Universidad de Leicester, y coautora del estudio.

"Hasta que se realizó nuestro estudio, suponía que mis ojos me engañaban y que solamente veía los microplásticos más coloridos, porque eran más fáciles de detectar".

Sin embargo, según la profesora Gabbott, resulta que, realmente, es probable que haya más microplásticos de colores brillantes en el medioambiente, porque son más susceptibles de fragmentarse en "millones de minúsculas pero coloridas partículas de microplástico".

¿Podría reducirse la contaminación con menos plástico de colores?

Los investigadores afirman que el estudio tiene importantes implicaciones para el diseño de materiales, ya que no utilizar colores brillantes podría ayudar a reducir la contaminación por microplásticos. Estas diminutas partículas de plástico descompuesto se han colado en nubes y restos prehistóricos "prístinos", e incluso se han encontrado en testículos de seres humanos.

"A la hora de diseñar artículos y envases de plástico, los fabricantes deben tener en cuenta, tanto la capacidad de reciclaje del material como la probabilidad de que acabe en la basura", afirma Sarah Key.

"En el caso de los artículos que se utilizan al aire libre o están muy expuestos a la luz solar, como los muebles de plástico de exterior, hay que evitar colores como el rojo, el verde y el azul, para que duren lo máximo posible".

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