Sarah Ferguson, duquesa de York, cree que uno de los perros de la reina Isabel la ha confundido con la difunta monarca.
La escritora de 64 años y su ex marido, el príncipe Andrés, acogieron a los corgis Sandy y Muick tras el fallecimiento de la reina en septiembre de 2022, y aportan mucha "alegría" a su casa en Royal Lodge, en Windsor.
A la pregunta de cómo están los perros, Sarah dijo a la revista británica ¡HOLA!: "Son una gran alegría. Estoy loca por los perros y ellos son excepcionales. Sandy me sigue a todas partes, creo que piensa que soy la Reina. Son tesoros nacionales".
Sarah estaba muy unida a su ex suegra y sigue pensando en ella todos los días.
Indicó: "Pienso en ella tantas veces al día como puedo porque pienso: '¿Qué diría la reina, qué haría, qué pensaría? Le pregunté: '¿Cómo haces lo que haces?', y SM me dijo: "Sé siempre el presidente, no el consejero delegado".
Sarah es la cariñosa abuela del hijastro de la princesa Beatriz, Wolfie, de ocho años, y de su hija Sienna, de dos, y de los hijos de la princesa Eugenia, August, de tres, y Ernest, de 12 meses.
Ella dijo: "Hago búsquedas del tesoro por el jardín, muy buenas, con cubos y palas. Y pongo dinosaurios detrás de los rododendros".
La duquesa está muy orgullosa de sus dos hijas: "Creo que lo más exquisito de mis hijas es que son los mejores ejemplos de humildad y bondad y son buenas madres. Trabajan muy duro con todas sus diferentes organizaciones, pero lo que más me gusta es ver a mis hijas como grandes madres. Por supuesto, adoro a mis nietos, pero adoro a mis niñas".
