Año de superelecciones: ¿Qué planean los candidatos del Reino Unido, EE.UU. y Australia sobre el clima?

Con el lema "Unidad - Contra la extrema derecha - Por la libertad, para que Europa siga siendo democrática", cartel electoral del Partido Verde para las Elecciones Europeas. ©AP Photo/Markus Schreiber

Los resultados de las elecciones parlamentarias de la UE han puesto fin al Parlamento Europeo más verde de la historia. En los últimos cinco años, el bloque ha adoptado una de las estrategias climáticas más ambiciosas del mundo, el Pacto Verde. Ahora los partidos verdes han perdido escaños, pasando de ser el cuarto grupo más numeroso al sexto, con 53 escaños.

Los partidos mayoritarios que apoyaron el Pacto Verde mantuvieron su mayoría, lo que significa que probablemente no irá a ninguna parte. Pero la victoria de los partidos radicales de izquierda y derecha, que a menudo se oponen al plan, podría significar una lucha por impulsar nuevas medidas para cumplir los objetivos de energía neta cero.

Las medidas ya adoptadas pueden defenderse, pero otras nuevas encaminadas a reducir drásticamente las emisiones de aquí a 2040 podrían provocar desacuerdos. Es probable que sea una de las principales pruebas de este nuevo parlamento a medida que se establezca.

La UE tampoco es el único lugar que se enfrenta a una reacción violenta contra las políticas verdes. En un año de grandes elecciones, los enfoques de las políticas climáticas en todo el mundo van desde el retroceso absoluto a la incertidumbre y la falta de atención a las cuestiones clave.

Críticas y confusión ante las elecciones británicas

En el Reino Unido, tanto el primer ministro, Rishi Sunak, como su contrincante, el líder laborista Keir Starmer, han criticado sus planteamientos en materia de política climática. Sunak aprovechó el primer debate televisivo antes de las elecciones generales del 4 de julio para avivar los temores sobre el coste de la transición a cero emisiones netas.

Atacó las iniciativas para promover las bombas de calor y los coches eléctricos, así como las destinadas a aumentar la cuota de energías renovables en el Reino Unido. El primer ministro afirmó que estas medidas costarían a cada hogar "miles de libras".

Muchos de los planes de Starmer giran en torno a los planes energéticos, con un impulso inicial de 8.000 millones de libras (9.500 millones de euros) para su 'Great British Energy Company'.

A principios de año, los laboristas se retractaron de su promesa de destinar 28.000 millones de libras (33.200 millones de euros) a la lucha contra el cambio climático, y los sondeos revelan que la mitad de los votantes no saben exactamente cuál es la postura del líder laborista al respecto.

Los resultados de una encuesta de 'Survation' encargada por Greenpeace revelaron que la mitad de los votantes no estaban seguros de los planes de los laboristas en materia de clima y menos de un tercio de la gente cree saber qué haría el partido en el gobierno. Greenpeace pide a Starmer que sea más claro sobre las políticas que tiene previstas, alegando que los laboristas tienen la oportunidad de ganarse a los votantes que quieren medidas contra el cambio climático.

A pesar de que el cambio climático es una de las principales preocupaciones de los votantes en las encuestas, no parece ocupar un lugar destacado en la agenda de los dos principales rivales en las elecciones generales del Reino Unido.

Promesas sobre el clima en Australia

Este año también hay elecciones en Australia. El primer ministro, Anthony Albanese, ha declarado que, si gana, el Partido Liberal de la oposición hará retroceder el objetivo del país de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030.

En una entrevista concedida a un periódico, el líder de la oposición, Peter Dutton, desestimó los planes -consagrados por ley- de reducir las emisiones un 43% por debajo de los niveles de 2005 para finales de la década. Declaró a 'The Weekend Australian' que "no tiene sentido firmar unos objetivos que no se tienen perspectivas de alcanzar".

La Autoridad Australiana para el Cambio Climático pronosticó el pasado noviembre que se lograría una reducción de entre el 37% y el 42%. Pero Albanese ha afirmado que el objetivo es alcanzable, afirmando que Dutton estaba "alejándose de la acción climática" y que abandonar el objetivo de 2030 significaría "alejarse del Acuerdo de París".

El Partido Liberal ha rebatido esta afirmación diciendo que está "absolutamente" comprometido con el Acuerdo de París y que tiene un plan para alcanzar el objetivo cero en 2050. El Partido Liberal ha rebatido esta afirmación diciendo que está "absolutamente" comprometido con el Acuerdo de París y que tiene un plan para alcanzar el objetivo de cero emisiones netas en 2030.

Tanto el Partido Laborista de Albanese como el Partido Liberal quieren más energías renovables, pero sus vías para conseguirlo difieren. Los laboristas quieren más energías renovables, como la solar y la eólica, mientras que el Partido Liberal pretende introducir la primera energía nuclear de Australia.

Elecciones presidenciales polarizadas en Estados Unidos

Es probable que las elecciones presidenciales estadounidenses que se celebrarán a finales de este año muestren enfoques mucho más polarizados sobre la acción climática.

El presidente Joe Biden ha invertido la cifra histórica de 300.000 millones de dólares (280.000 millones de euros) en iniciativas relacionadas con las energías limpias y el clima a través de la Ley de Reducción de la Inflación. Al mismo tiempo, ha sido criticado por acciones que han impulsado la producción de petróleo y gas.

Los planes de Trump en materia de política climática no están necesariamente claros, pero durante su último mandato, Estados Unidos se retiró del Acuerdo de París. Biden se movilizó para reincorporarlo pocas horas después de jurar su cargo como presidente en 2021.

Según un análisis de Carbon Brief, una victoria de Trump en las elecciones presidenciales de noviembre podría provocar un aumento de 4.000 millones de toneladas de las emisiones estadounidenses de aquí a 2030. Eso equivale a las emisiones de la UE y Japón juntas o a las de los 140 países con menos emisiones del mundo.

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