Justin Timberlake sigue adelante con su gira mundial pese a ser detenido por conducir en estado de embriaguez

Justin Timberlake se encuentra en boca de todos tras ser arrestado este martes en Nueva York. El informe policial considera probado que el cantante estadounidense conducía su vehículo en estado de embriaguez cuando los agentes que lo detuvieron se percataron de que el artista se había saltado una señal de Stop, y de que le costaba circular por el carril derecho de la carretera. Sin embargo, el intérprete asegura que sólo se había tomado una copa, aunque se negó a hacerse una prueba química durante el tiempo que pasó en comisaría.
Una de las muchas incógnitas que ha arrojado este asunto tiene que ver con la gira de conciertos en la que Timberlake está inmerso desde el pasado abril. Tras ser puesto en libertad bajo fianza, el vocalista tendrá que comparecer ante el juez el próximo 26 de julio, una cita clave a la hora de determinar las posibles consecuencias legales de sus actos. La policía le atribuye un delito de conducción en estado de embriaguez, así como dos infracciones ligadas a su conducta al volante.
Ese mismo día, el astro del pop debería inaugurar el tramo europeo de su 'tour' con un concierto en la ciudad francesa de Lyon. Fuentes de su entorno aseguran que Timberlake tratará de posponer la convocatoria judicial hasta que regrese del viejo continente. Su último espectáculo allí tendrá lugar en Cracovia el próximo 6 de septiembre.
Al parecer, el que fuera novio de Britney Spears lamentó, en la conversación que mantuvo con el agente que le detuvo, que el incidente pudiera "arruinar" su gira mundial. A continuación, el cantante tuvo que explicarle al joven policía quién era, ya que éste no le había reconocido. Esa preocupación, no obstante, contrasta con las declaraciones que habría ofrecido a los trabajadores y colaboradores que trabajan en su espectáculo, a los que habría prometido que su agenda de conciertos se mantendrá intacta.
Según la edición estadounidense del diario The Sun, Timberlake habría organizado una conferencia telefónica con todos los implicados para disculparse, en primer lugar, por la incertidumbre que les habría generado a todos tras su encontronazo con las autoridades. Y, sobre todo, para evitar "crear tensión entre su equipo", como indica un informante. "Nos dijo rápidamente que nada iba a cambiar. Todo el mundo estaba feliz de escuchar eso", ha señalado uno de los participantes de la supuesta reunión.

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