A sus 41 años y con cuatro hijos de padres diferentes, la modelo Miranda Kerr da por cerrada su familia, o eso ha dado a entender en su última entrevista. La estrella de las pasarelas se ha sincerado sobre el sueño cumplido que supone su incursión en la maternidad, y sobre lo "bendecida" que se siente tras la llegada, el pasado febrero, de Pierre, el benjamín de la casa y fruto de su sólido matrimonio con Evan Spiegel, creador de la red social Snapchat.
"Siempre supe que quería ser madre. Y ahora tengo cuatro hijos. El más pequeño realmente completa nuestra familia. Me siento tan bendecida de tenerle", ha revelado en conversación con el diario The Times. Para la maniquí, su papel de madre contrasta con el perfil algo masculino que, según ella, exhibía en sus años de la infancia por su gusto por la mecánica. Y es que le encantaba pasar horas con su padre mientras éste se dedicaba a arreglar coches.
El primer retoño de la celebridad, Flynn, tiene ya 13 años y su padre es nada menos que el actor Orlando Bloom, del que Miranda se separó en 2013. El intérprete también tiene a la pequeña Daisy Dove junto a su actual pareja, la cantante Katy Perry. Miranda no tardó en rehacer su vida sentimental y se casó con el empresario en 2017. Poco después trajo al mundo a su segundo hijo, Hart, al que siguieron Myles, en 2020, y Pierre este mismo año.
La artista también ha ofrecido varias pinceladas del intenso día a día que se vive en su hogar. Por lo pronto, la familia Kerr-Spiegel carece de algo muy habitual en las casas de los famosos: una sala de cine con la que tener a los niños entretenidos y, con suerte, en silencio. "No, mi marido evita las pantallas a toda costa. Creció sin televisor", ha declarado sobre el magnate de la tecnología. "Su madre le dijo que si quería un ordenador, tendría que construírselo él mismo. Así que se fue a la tienda, compró todos los componentes y lo hizo".
Para agotar las reservas de energías de sus hijos, Miranda y Evan prefieren "poner música a todo volumen": "Hacemos fiestas y bailes constantemente. Nos encantan Shania Twain y Stevie Nicks", ha explicado. Por cierto, en esta familia numerosa no podía faltar una mascota, concretamente una perrita de nueve años llamada Teddy, quien siempre duerme en el dormitorio del matrimonio. "Pero desde luego no dejo que se suba a la cama", apunta la modelo.
