Cara Delevingne sufrió un 'dolor' sorpresa al dejar de beber alcohol

Cara Delevingne sufrió un "dolor" sorpresa al dejar la bebida.
La modelo, de 31 años, ha lanzado su vino sin alcohol Della Vite y dijo que cuando dejó la bebida hace casi dos años pensó que se sentiría mejor por las mañanas después de salir y evitar el alcohol, pero en lugar de eso experimentó "terribles" dolores de cabeza al día siguiente, ya que acababa bebiendo refrescos llenos de azúcar.
En una charla para promocionar su nuevo vino, declaró a The Sun: "Hace casi dos años, cuando dejé de beber, pensé: 'Probablemente no saldré tanto, mi vida probablemente va a cambiar'. Y la verdad es que salgo mucho más que antes, lo cual es estupendo, aparte de que cuando sales, bebes un montón de azúcar. Me despertaba por la mañana con un terrible dolor de cabeza y me decía: '¿Qué? Estoy sobria para estar sana y ser feliz. En cambio, me siento abandonada al dolor".
Cara decidió crear su marca de vino para alejar los dolores de cabeza, y añadió:. "Queríamos hacer algo que tuviera buen sabor, gran calidad pero bajo en azúcar y calorías. Me gusta tener algo en la mano. Para mí, el alcohol nunca ha sido importante. Tanto si es una boda como si alguien ha roto con otra persona, te reencuentras con una copa de algo. No se trata de estar sobrio, se trata de ser uno mismo. Cuando quiero salir a divertirme, quiero celebrarlo".
En 2023, Cara contó a Vogue que ingresó a rehabilitación después de que fueran publicadas unas imágenes "desgarradoras" por DailyMail.com en 2022.
La modelo dijo que reflexionó sobre su salud mental después de generar preocupación con una serie de apariciones públicas problemáticas.
Contó a Vogue que antes no estaba preparada para abordar sus demonios hasta que cayó en un "mal lugar": "He tenido intervenciones de algún tipo, pero no estaba preparada. Ése es el problema. Llevaba tres años sin ver a un terapeuta. Me limité a apartar a todo el mundo, lo que me hizo darme cuenta de lo mal que estaba. Siempre he pensado que hay que trabajar cuando los tiempos son malos, pero en realidad hay que hacerlo cuando son buenos. Hay que trabajar con constancia. Nunca se va a arreglar ni a curar del todo, pero me parece bien, y ésa es la diferencia... antes me interesaba curarme pronto, ir a un retiro de una semana o a un curso sobre traumas, por ejemplo, y eso ayudaba durante un minuto, pero nunca llegaba al meollo de la cuestión, a lo más profundo".

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