Desmontando mitos en torno a la IA y su impacto en el ámbito corporativo

En el entorno empresarial actual, la inteligencia artificial (IA) se ha consolidado como una fuerza transformadora, prometiendo optimizar procesos, impulsar la innovación y abrir nuevas fronteras en la eficiencia operativa de las corporaciones. Sin embargo, a pesar de su enorme potencial, la adopción generalizada de esta herramienta en las empresas sigue siendo cuestionable, sobre todo en las pymes. En este contexto, las grandes corporaciones tienen el deber de desempeñar un rol de liderazgo a la hora de compartir su conocimiento y experiencias en la aplicación de esta herramienta. Sobre todo, teniendo en cuenta que lo importante no es exclusivamente el tamaño de una compañía, sino más bien su mentalidad, enfoque estratégico y su capacidad de alcance.

La percepción de que solo las grandes corporaciones tienen las capacidades y recursos para abrazar la IA y adoptarla en sus estrategias debe ser reconsiderada. Si bien es cierto que las grandes empresas poseen una estructura robusta y los recursos financieros necesarios, también se enfrentan a grandes limitaciones internas y a una inercia que puede producir que la capacidad de reacción sea mucho menor que en compañías de otras características.

En contraste, las pymes, que constituyen el 98% del tejido empresarial de nuestro país, están a menudo mejor posicionadas para implementar esta herramienta digital. Esto es así porque su tamaño las hace más ágiles, menos propensas al lastre de la burocracia y más receptivas al cambio. Sin embargo, este proceso requiere de la presencia de individuos dentro de la organización que actúen como precursores o apóstoles de la tecnología. Estos individuos funcionan como una fuerza catalizadora que impulsa la adopción de la IA en la corporación. Pueden encontrarse en todos los niveles organizativos, desde la alta dirección hasta los empleados de base, y su influencia suele ser transformadora. Fomentar y apoyar a estos líderes internos es crucial para desbloquear el potencial de la IA en las empresas de todos los tamaños.

Cabe resaltar que el viaje hacia una adopción exitosa de esta tecnología no debe emprenderse en solitario. En este viaje, es esencial asociarse con los compañeros adecuados, tanto dentro como fuera de la organización. Las empresas son expertas en su campo de negocio, pero pueden carecer de los conocimientos técnicos necesarios para implementar la IA de manera efectiva. Por lo tanto, colaborar con socios externos que posean experiencia en ciencia de datos, tecnología y desarrollo de software, será crucial.

Además, en este proceso, resulta esencial asignar recursos internos. No basta con subcontratar el trabajo a terceros y esperar resultados óptimos. La implementación de la IA es un proceso que requiere de una adaptación continua y aprendizaje. Al asignar recursos propios, las empresas reafirman su apuesta por el talento interno y por la capacidad de innovación del equipo, además de lograr un mayor control en el proceso y los costos asociados.

No cabe duda de que el camino hacia la adopción de la IA está sembrado de obstáculos y, a veces, de fracasos. Sin embargo, estos fracasos no deben ser vistos como un final, sino como oportunidades de aprendizaje valiosas.

A este respecto, es necesario pasar al siguiente nivel: ha llegado el momento de empezar a desmontar mitos y de demostrar que la adopción de la IA en las compañías no es exclusiva de las grandes corporaciones. Las pequeñas y medianas empresas también pueden prosperar en este (ya no tan nuevo) paradigma tecnológico, siempre y cuando cuenten con iniciadores internos, asociaciones estratégicas y una mentalidad abierta al cambio y al aprendizaje continuo. La clave no está en el tamaño, sino en la determinación y la visión de aquellos que están dispuestos a liderar el camino hacia un futuro impulsado por esta herramienta tan desafiante a la vez que prometedora.

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