Industria y expertos de la protección solar reivindican transparencia y rigor científico frente a desinformación

Fabricantes de productos de protección solar y voces expertas del sector, así como del ámbito de la farmacia y la dermatología, se han reunido en una jornada para explicar procesos y aclarar las dudas y mitos existentes sobre los protectores solares, en la que Stanpa, la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética, ha reclamado un mayor rigor científico y la consulta de fuentes acreditadas y expertas a la hora de informar sobre la fotoprotección.

"La complejidad puede llevar a que los no expertos no lo entiendan, lo malinterpreten, con mensajes que confunden, generen alarma y desinformen a los consumidores, en un territorio donde es fundamental la transparencia, el rigor y la claridad", ha apuntado Val Díez, doctora en Farmacia y directora general de Stanpa.

Entre el panel de expertas científicas, ha participado Raquel Aguado, vocal de Dermofarmacia y Productos Sanitarios del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM), quien ha explicado que "la desinformación es un fenómeno que alcanza de diferente forma al usuario".

"Los jóvenes tienen un mayor problema y nos generan preocupación, ya que, se informan a través de redes sociales y canales digitales basados en la inmediatez y la viralización. Incluso sin buscar ninguna información en concreto, se exponen a contenidos cuyos mensajes calan en ellos porque desconocen el criterio o la fuente de quienes juzgan la efectividad o calidad de los productos", ha añadido.

Por su parte, María Segurado, dermatóloga jefa de sección del Hospital Universitario del Sureste de Madrid y asesora dermatológica de Nivea, ha señalado que "el daño solar es acumulativo, pero, por desgracia, son muchos los jóvenes que confían en que a su edad no les va a pasar nada y creen que este tipo de mensajes son ‘cosas de médicos’".

"No debemos olvidar que la piel es el órgano más expuesto y, a su vez, accesible del cuerpo y la sintomatología o los signos de alarma derivados de patologías específicas son, en gran medida, visibles. En este sentido, es importante conocer nuestra piel, autovigilarnos y, en caso de duda, acudir a un experto", ha adviertido.

También han participado algunas expertas que lideran las áreas científicas de fabricantes como ISDIN, L’Oréal y Cantabria Labs, encargadas de supervisar desde la formulación hasta la salida al mercado de los fotoprotectores, un proceso que sigue unos exhaustivos controles de evaluación de garantía y calidad regulados a nivel europeo.

En relación a estos controles se ha destacado que los filtros solares son ingredientes controlados y su eficacia y seguridad está avalada por el Reglamento Cosmético Europeo y el Comité Científico para la Seguridad de los Consumidores (SCCS).

Esta regulación reta a los expertos en el proceso de formulación de los fotoprotectores, tratándose de un proceso complejo cuya etapa de investigación previa a su materialización puede llegar a extenderse hasta 10 años, con el objetivo de garantizar la eficacia y seguridad del producto en todo su ciclo de vida.

RETOS FUTUROS

Por otro lado, la directora científica de L’Oréal Dermatological Beauty España, Leonor Prieto, ha recordado que existen tres retos en la evolución científica de los protectores. El primero de ellos es el reto de los filtros, que "han evolucionado para protegernos más". El segundo es favorecer la aplicación de estos fotoprotectores, es decir, "crear tecnologías que garanticen que la cobertura sobre la piel sea homogénea". Y, por último, las texturas de los mismos.

En este sentido, han comentado en el encuentro, el rigor científico y la apuesta por la innovación son dos piezas clave para hacer frente a los retos que plantea el territorio de la fotoprotección. De hecho, antes de llegar al producto final hay compañías que pueden llegar a realizar más de 500 prototipos que no solo persiguen la máxima eficacia y calidad del producto, sino que también ponen a prueba su resistencia y aplicabilidad.

Mónica Foyaca, directora de I+D de ISDIN ha reiterado que, "sin duda, el mejor fotoprotector es aquel que te pones". Por ello, ha añadido, "la industria trabaja incansablemente para conseguir las mejores texturas y garantizar la buena aplicación del producto, de modo que resulte atractivo, cómodo y genere adherencia en los usuarios".

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