La contaminación de los aviones amenaza gravemente la salud de 52 millones de europeos

Aviones de British Airways estacionados en el aeropuerto londinense de Heathrow. ©AP Photo/Matt Dunham, File

Miles de casos de hipertensión, diabetes y demencia en toda Europa podrían estar relacionados con las diminutas partículas emitidas por los aviones, según un nuevo estudio encargado por el grupo de campaña Transport & Environment (T&E).

Más del 10% de la población de la Unión Europea (alrededor de 52 millones de personas) vive en un radio de 20 kilómetros alrededor de los 32 aeropuertos más transitados del Viejo Continente. Esto significa que esas personas están especialmente expuestas a las partículas ultrafinas, UFP, emitidas por los motores de los aviones que despegan y aterrizan allí.

Algunos estudios sugieren que las UFP pueden estar relacionadas con un mayor riesgo de enfermedades respiratorias, cardiovasculares, con la diabetes, con problemas en el embarazo y con afecciones neurológicas.

El estudio extrapola los casos notificados de estas enfermedades en los alrededores del aeropuerto Schiphol de Ámsterdam para ofrecer las primeras estimaciones de los efectos de las UFP sobre la salud en la Unión Europea.

Según el estudio, la exposición a estas minúsculas partículas de contaminación atmosférica puede estar asociada a 280.000 casos de hipertensión arterial, 330.000 casos de diabetes y 18.000 casos de demencia en la UE.

La investigación sobre contaminación atmosférica ultrafina es escasa

El impacto de las UFP es un aspecto de la contaminación atmosférica poco estudiado. La investigación actual suele centrarse en los efectos sobre la salud de las PM2,5. Es decir, partículas de diámetro inferior a 2,5 micrómetros. Las partículas ultrafinas son aquellas con un diámetro inferior a 0,1 micrómetros, 1.000 veces más finas que un cabello humano.

Son mucho más pequeñas y su capacidad de penetrar en el cuerpo del ser humano podría hacerlas "muy peligrosas", según Carlos López de la Osa, director técnico de aviación de T&E.

Estasdiminutas partículas ya se han encontrado en la sangre, el cerebro y la placenta. Sin embargo, de momento, no hay muchos datos definitivos sobre cómo afectan realmente a nuestra salud.

"La investigación en este campo es escasa y las pruebas de estos efectos no suelen ser concluyentes", afirma Daan van Seters, investigador y asesor de la consultora CE Delft, que realizó la investigación para T&E.

¿Existen normas sobre la cantidad de contaminación ultrafina que puede haber en el aire?

Según T&E, no existe ninguna normativa que regule los niveles seguros de UFP en el aire, a pesar de que la Organización Mundial de la Salud, OMS, lo identificó como un contaminante de preocupación emergente hace más de 15 años.

Los motores a reacción emiten más partículas ultrafinas que cualquier otro tipo de motor, como parte de sus emisiones distintas del CO₂. Esto significa que las personas que viven o trabajan cerca de los aeropuertos son las más expuestas. En París, por ejemplo, hay un total de 8 millones de personas afectadas por los dos aeropuertos principales, Charles de Gaulle y Orly.

Vivir en un radio de 5 kilómetros de un aeropuerto puede significar respirar un aire que contiene, de media, entre 3.000 y 10.000 partículas ultrafinas por centímetro cúbico emitidas por los aviones. Esto es aproximadamente lo mismo que respiran las personas que viven en el centro de ciudades con mucho tráfico.

Aviones en el aeropuerto de París. AP Photo/Christophe Ena, File

Además, las zonas con menos ingresos de muchas ciudades europeas suelen estar cerca de los aeropuertos.

"Esta crisis sanitaria oculta ha sido ignorada por los políticos, que han priorizado el crecimiento del sector de la aviación y los viajes de negocios sobre la salud de su propia población, a menudo la más pobre", afirma López de la Osa.

¿Se puede limpiar el combustible de los aviones para evitar la contaminación por UFP?

Sin embargo, hay soluciones. Según el estudio, el uso de combustible de "mejor calidad" puede reducir las UFP en un 70%. La cantidad de estas diminutas partículas emitidas depende en gran medida de la composición del combustible: cuanto más limpio es, menos contaminación atmosférica se produce.

Los combustibles pueden limpiarse mediante un proceso llamado hidrotratamiento que se utiliza desde hace décadas para eliminar el azufre del combustible de coches y barcos. Podría costar menos de cinco céntimos de euro por litro de combustible.

"No es frecuente que un problema alarmante que afecta a millones de personas pueda reducirse, y a bajo coste", añade López de la Osa.

"Los 'humos sucios' provocados por los aviones pueden reducirse drásticamente si limpiamos el combustible. Los sectores de la circulación por carretera y el transporte marítimo dieron este paso necesario hace años, pero el mundo de la aviación ha ido dando largas", concluye.

Reducir el tráfico aéreo y recortar el crecimiento de la industria de la aviación, o utilizar combustible de aviación sostenible y la tecnología emergente de aviones con cero emisiones de carbono también podría ayudar a reducir las emisiones de las UFP.

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