Comienza en Birmingham la conferencia del Partido Conservador británico entre abucheos de manifestantes

El secretario de Estado de Empresa de Reino Unido, Jacob Rees-Mogg, en su día uno de los grandes rostros de la campaña a favor del Brexit, ha recibido los abucheos de los manifestantes que se han concentrado este domingo para protestar contra los participantes en la conferencia del Partido Conservador que se desarrolla este fin de semana.

Escoltado por varios agentes de policía, Rees-Mogg fue perseguido por una multitud de manifestantes, algunos de los cuales gritaron "escoria tory", mientras se dirigía a la reunión anual de su partido en el cercano Centro Internacional de Convenciones.

Rees-Mogg restó importancia a las protestas como un "hecho de la democracia". "Ha habido protestas en las conferencias tory desde tiempos inmemoriales, no es nada nuevo", ha declarado a Sky News.

Su nombramiento ha sido criticado por grupos ecologistas debido a sus críticas al "alarmismo climático" y al apoyo al fracking.

Otros manifestantes también expresaron su enfado por la decisión del Gobierno de recortar la tasa máxima del impuesto sobre la renta para las personas con mayores ingresos del país durante la crisis del costo de la vida.

La primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, ha reconocido este domingo que su gabinete gestionó mal el anuncio de su nuevo programa de recortes de impuestos que ha desencadenado una de las semanas más difíciles para los mercados británicos en los últimos meses.

"Reconozco que deberíamos haber sentado mejor las bases de nuestro plan. Hemos aprendido de esos errores y creo que todavía estamos a tiempo de corregir el rumbo", ha declarado Truss en una entrevista con la BBC.

El plan de recorte de Truss y de su ministro de Hacienda, Kwasi Kwarteng, el más agresivo en medio siglo, acabó disparando prima de riesgo de la deuda británica hasta situarla cerca de la italiana y forzó al Banco de Inglaterra a anunciar un próximo aumento de los tipos de interés.

Entre otras medidas, el plan contempla la eliminación de la tasa máxima del 45 por ciento (una decisión de la que Truss responsabilizó a Kwarteng), la reducción del 20% al 19% de la tasa básica, la eliminación del incremento del impuesto de sociedades implementado por el anterior Gabinete y la anulación del actual límite a los bonus que perciben los banqueros.

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