El rapero iraní Tomaj Salehi se enfrenta a pena de muerte por apoyar las protestas

El Tribunal Supremo de la provincia de Isfahán ha acusado al rapero iraní Tomaj Salehi de "corrupción en la tierra", un cargo que se castiga con la pena de muerte, después de apoyar las protestas contra la muerte de la joven Mahsa Amini.

En concreto, el rapero está acusado de "difundir mentiras", realizar "actividades propagandísticas", así como formar parte de "grupos ilegales con la intención de perturbar la seguridad del país", según la agencia de noticias ISNA.

Los representantes del rapero iraní han confirmado los cargos en su cuenta oficial de Twitter tras "29 días de silencio total" y han informado de que el abogado elegido por la familia para defenderle "aún no ha podido ver los detalles del caso".

Sus familiares, que ya conocían los cargos, denunciaron el sábado que las sesiones judiciales se estaban realizando a puerta cerrada y que Salehi, quien fue detenido el pasado 8 de noviembre, no contaba con representación legal.

El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, ordenó el sábado a las milicias Basij, las fuerzas paramilitares dependientes de la máxima autoridad iraní, que "castiguen" a los "alborotadores y terroristas" que, a su juicio, se encuentran detrás de las protestas que sacuden el país.

La ONG HRANA estima que más de 18.000 personas han pasado a disposición policial, temporalmente o hasta el momento, desde el estallido de las protestas, que han costado la vida a más de 480 personas, según la organización Iran Human Rights (IHR).

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