Un prometedor fármaco antipalúdico resulta ineficaz para salvar vidas de niños, según un estudio

El artesunato rectal (RAS, por sus siglas en inglés), un prometedor fármaco antipalúdico, resulta ineficaz para salvar la vida de niños pequeños aquejados de paludismo grave, según los resultados de un nuevo estudio realizado por el Instituto Suizo de Salud Pública y Tropical (Swiss TPH) y otros colaboradores.

El estudio, publicado en 'The Lancet Infectious Diseases', investigó un despliegue a gran escala del RAS en la República Democrática del Congo, Nigeria y Uganda, descubrió que cuando se utilizaba como tratamiento de emergencia en condiciones reales, el RAS no mejoraba las probabilidades de supervivencia de los niños pequeños con malaria grave.

"Nuestros hallazgos apuntan a una cuestión muy inconveniente pero importante", ha afirmado Manuel Hetzel, catedrático de Epidemiología de la TPH suiza y primer autor de la publicación. "Hemos descubierto que el tratamiento general de los casos graves de paludismo es tan deficiente que añadir un solo producto no parece marcar una diferencia positiva. Debemos centrarnos en invertir en la mejora de los sistemas sanitarios existentes en lugar de confiar en intervenciones individuales", apunta.

El estudio observacional, en el que participaron 6.200 niños menores de 5 años gravemente enfermos, descubrió que, en algunos casos, los niños que recibieron RAS tenían más probabilidades de morir que los que no la recibieron. "Anteriormente, se había demostrado que la RAS tenía un efecto beneficioso si iba seguida de una atención posremisión adecuada en un hospital, lo que suscitó esperanzas en la comunidad palúdica", añade Hetzel. "Pero lo más frecuente es que los niños no terminen el tratamiento completo debido a la falta de transporte a los hospitales, al coste del transporte y el tratamiento, o a la mala calidad de la atención en los hospitales", ha apuntado.

El tratamiento previo a la remisión con RAS consiste en la administración de un único supositorio por parte de un trabajador sanitario de la comunidad o en un centro de salud remoto como tratamiento de urgencia, con el fin de acortar el tiempo hasta que el niño ingresa en un hospital donde se dispone de atención integral posterior a la remisión. La atención posterior a la remisión en caso de paludismo grave incluye el tratamiento con un antipalúdico inyectable, seguido de un tratamiento oral completo con una terapia combinada a base de artemisinina (TCA), además de antibióticos y medidas para tratar las posibles complicaciones.

RECOMENDACIÓN ACTUAL DE LA OMS

Las orientaciones actuales de la OMS sobre el uso de los SAR como tratamiento previo a la remisión se basan en un ensayo controlado aleatorizado que tuvo lugar entre 2000 y 2006 en Ghana, Tanzania y Bangladesh. El ensayo ofreció orientaciones limitadas sobre la introducción de los RAS a gran escala. "En condiciones reales, muchos factores influyen en que una persona reciba el tratamiento adecuado y se cure, por lo que las intervenciones que funcionan bien en un ensayo controlado no siempre alcanzan su potencial en la vida real", afirma Phyllis Awor, coinvestigadora del estudio en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Makerere (Uganda).

Basándose en los resultados de este nuevo estudio, la OMS publicó en octubre de 2021 una nota informativa en la que recomendaba a los países que o bien retrasaran la ampliación hasta que se dispusiera de más orientaciones sobre la aplicación segura de los RAS, o bien revisaran urgentemente las condiciones en las que se utilizan actualmente. En la actualidad, un equipo de expertos designados por la OMS está revisando las directrices actuales de la OMS sobre los RAS.

"Las pruebas reales generadas en nuestro estudio deben tenerse en cuenta antes de impulsar la implantación a gran escala de la RAS previa a la derivación en sistemas que no disponen de una continuidad asistencial operativa", afirma Hetzel. "Sin un enfoque integral que reconozca las complejas realidades a las que se enfrentan los cuidadores y los trabajadores sanitarios en zonas remotas y desatendidas, los niños seguirán muriendo de malaria, y las intervenciones prometedoras como el RAS no alcanzarán todo su potencial", ha sentenciado.

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