Las autoridades de Malasia han negado este miércoles que las restricciones de entrada al país impuestas como medida para frenar los contagios de coronavirus busquen "discriminar" a países como China, que ha registrado un significativo aumento de los contagios.
El primer ministro malasio, Anwar Ibrahim, ha indicado que la decisión responde únicamente a motivos sanitarios y ha señalado durante una rueda de prensa que la salud de la población es la "principal preocupación del Gobierno", algo que "no quedará supeditado al turismo o el crecimiento económico", según informaciones recogidas por el diario 'The Straits Times'.
"Hemos decidido no discriminar a ningún país porque si miramos a la tasa de infecciones en China podemos hablar también del alto número de fallecidos en Estados Unidos por la COVID-19", ha afirmado antes de incidir en que "tomamos estas medidas para salvar a nuestros ciudadanos". "Quien quiera que venga al país debe ser supervisado y sujeto a las mismas condiciones de entrada", ha dicho.
Así, ha expresado su preocupación ante el creciente flujo de personas procedentes de China, previsto para este fin de semana. "El año pasado no se registró un pico de contagios en relación con la entrada de personas desde otros países. Esto no implica que vayamos a reducir las restricciones, tenemos que supervisarlo todo apropiadamente", ha subrayado
"No queremos tomar medidas basándonos en informaciones de este tipo. Si miramos a la situación global, el problema es más complejo que eso", ha sostenido.
