Bruselas considera que los bancos deben asumir plena responsabilidad al emplear IA

Bruselas continúa perfilando los límites del uso de la inteligencia artificial (IA) y disipando dudas acerca de la responsabilidad civil y legal en el desempeño de cualquier actividad que incorpore la citada tecnología. Así, según advirtió el organismo de Control de Valores del bloque de los Veintisiete en su primera declaración sobre IA, los bancos y los fondos de inversión afincados en la Eurozona no podrán eludir la responsabilidad de las juntas directivas y la obligación legal de proteger a los clientes cuando utilizan esta tecnología.

En este sentido, la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA, por sus siglas en inglés) ha expuesto recientemente cómo las empresas financieras reguladas en el bloque pueden utilizar la IA en las operaciones diarias sin infringir la ley de valores MiFID (Directiva sobre Mercados de Instrumentos Financieros) de la Unión Europea. Si bien la IA es prometedora a la hora de mejorar las estrategias de inversión y los servicios al cliente, también presenta riesgos inherentes, y el impacto potencial en la protección de los inversores minoristas probablemente sea significativo, dijo la ESMA.

Así, según recoge Reuters, “es importante destacar que las decisiones de las empresas siguen siendo responsabilidad de los órganos de gestión, independientemente de si esas decisiones las toman personas o herramientas basadas en IA”. De hecho, insistían desde el organismo regulador, “un elemento central del uso de la IA en los servicios de inversión es el compromiso inquebrantable de actuar en el mejor interés de los clientes, un requisito general que se aplica independientemente de las herramientas que la empresa decida adoptar en la prestación de servicios”.

La declaración cubre de esta forma no solo los casos en los que las herramientas de IA son desarrolladas o adoptadas por un banco o una empresa de inversión, sino también el uso de tecnologías de IA de terceros, como ChatGPT y Google Bard, con o sin el conocimiento y aprobación directos de la alta dirección. Tal y como puso de relieve la ESMA, “el órgano de administración de la empresa debe tener una comprensión adecuada de cómo se aplican y utilizan las tecnologías de IA dentro de su empresa y debe garantizar una supervisión adecuada de las mismas”.

Cabe destacar que la declaración se centra en el cumplimiento de MiFID y es independiente de las normas históricas de la Unión sobre IA que entrarán en vigor el próximo mes y establecerán un posible punto de referencia global para una tecnología utilizada en los negocios y la vida cotidiana.

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